Los hechos son los sucedidos en zona rural de Chinchina, Caldas, luego de que la menor intentó escapar del lugar en donde el religioso la tenía retenida.
No deja de causar indignación el caso de un pastor cristiano identificado como José Ramírez, líder de una iglesia en Santa Rosa de Cabal, quien aparentemente tenía la intención de abusar sexualmente de su hijastra de 13 años tras haberla tenido amarrada y amordazada.
El religioso fue capturado por las autoridades luego de que la menor escapara del lugar en donde la tenía retenida en zona rural de Chinchina, Caldas, y tras haberla perseguido antes de que la comunidad aledaña lo agrediera físicamente.
Días después en que la Fiscalía le imputó cargos por acceso carnal abusivo y secuestro agravado, varios de los testigos revelaron detalles sobre los hechos a medios de comunicación locales.
José Erley Ramírez Garcés predicando un día cualquiera. | Foto: Redes sociales
Según el testigo, la joven mujer tenía cinta en los brazos, boca y cuello que casi no le permitían respirar. “Ahí me di cuenta que ella tenía cinta en los brazos, en la boca y en el cuello, pero ya estaba perdiendo el sentido porque ella me pedía auxilio con los ojos”.
Posteriormente, aseguró que ayudó a la niña a aflojar el amarre de su cuello y ella le dijo: “Me violó, me violó y me iba a matar”.
Además, Diego Osorio señaló que el pastor Ramírez había llegado a su casa siendo las 6:00 de la mañana y que se dedicó a poner música cristiana a un alto volumen, al parecer, con el propósito de que no se escuchara los gritos de sufrimiento de la víctima.
Una mujer de la comunidad que fue otra de las testigos y que no quiso dar su nombre en la entrevista con el mismo medio citado, aseguró que el líder religioso intentó arrastrar a su hijastra nuevamente en destino hacia la casa.
“Yo salí y él ya la traía arrastrando aquí. Cuando la tenía en el suelo, ella ya estaba completamente desnuda, entonces yo cogí, corrí y la tape y le dije: ‘Suéltela, qué esta pasando’”, relató la mujer. Posteriormente, el pastor presuntamente tomó a la mujer de las manos.
“Ella me decía: ‘No me vaya a dejar llevar por él’. Ahí pedí ayuda y salieron otros vecinos. (…) Se estaba ahogando prácticamente”, concluyó.